- almubrito
Baila y mira como bailan

El arte de danza como ya hemos comentado en otras entradas de este blog sigue teniendo muchas incógnitas, más si lo analizamos bajo el prisma de la neuroimagen. Sabemos que la práctica de la danza, al igual que la de la música, ha demostrado enorme beneficios para el ser humano pero si profundizamos en las preguntas de qué música, o qué danza entramos en territorios aun inexplorados. En esta entrada vamos a aclarar un punto interesante sobre la práctica de este arte efímero, la observación. Es este concepto un punto clave en la danza ya que desde pequeños hasta adultos la danza se aprende visualizándola, mediante la instrucción directa de los maestros que mediante el movimiento y la expresión nos indican como realizarla. De hecho, es tan importante la observación de la danza que se ha demostrado que involucra determinadas áreas específicas del córtex como son la corteza premotora y parietal (Kruger et al. 2014), áreas que pueden estar involucradas en la simulación de las acciones junto con el área motora suplementaria, el surco temporal superior y la corteza motora primaria (Cross et al., 2006). Es decir, que al observar la danza determinadas áreas se comprometen en simular los movimientos dentro de nuestras cabezas, parece realmente increíble el trabajo cerebral que suponen observar para poder recrear y bailar. Llegados a este punto, la investigación sobre la observación de la danza ha sido influenciada por los estudios del sistema de neuronas espejo en primates y humanos, este sistema ya lo hemos mencionado anteriormente en este blog y porque resulta muy interesante en la práctica de música y no va a ser menos en el de la danza. Esto es así ya el sistema parece ponerse en funcionamiento haciendo realmente de espejo para observar, imitar, repetir, etc. Concretamente, los investigadores postulan que esta red red apoya la observación y simulación de las acciones de otros, en el caso de la danza de los maestro u otro bailarines (Rizzolatti y Craighero, 2004). Y todo ello apoya la hipótesis de que la danza se ha de aprender desde la observación, en la música la lógica parece que debería indicarnos lo mismo. aunque puede ser aun objeto de debate. En todo caso, bailemos o en su defecto, observemos bailar que parece que nos produce emoción, sensaciones y la literatura nos indica que trabajamos la materia gris que nunca está de más.